De ayer a nuestros días
Desde sus primeros pasos hasta la actualidad, el Círculo Mercantil es el espejo en el que, desde el momento que nos encontramos, casi 150 años después de su creación, podemos tener un conocimiento no solo de la institución, sino de la sociedad viva en la que se inserta. Podríamos decir, pues, que la memoria del Círculo es, en gran medida, una parte importante de la historia de la ciudad.
Desde sus orígenes fundacionales, en agosto de 1879, el Círculo Mercantil sigue la senda de sus objetivos como es el apoyo en todos los aspectos que exige una ciudad en crecimiento como lo es Las Palmas de Gran Canaria.
A mediados del siglo XIX, Las Palmas era una ciudad de apenas 14.000 habitantes con innumerables carencias, insalubre, con calles de tierra, sin saneamientos, con una población desnutrida y una esperanza de vida que apenas rozaba los 50 años, el 90% de la población era analfabeta y el medio de transporte era el carro tirado por bestias.
Pero en esa época ocurren dos hechos que indirectamente van a ser definitivos para el progreso y desarrollo de esta ciudad. En primer lugar, la incorporación de la caldera de vapor de alta presión a la navegación, lo que supone que las compañías inglesas cambien progresivamente los barcos a vela por los de vapor ya que mejoran notablemente los tiempos de travesía. En segundo lugar, se desarrolla la hélice marina, mucho más eficiente lo que supone una importante innovación tecnológica, así como la sustitución de los cascos de madera por los de acero.
Sin embargo, la autonomía de estos barcos era relativamente pequeña. El consumo de carbón era muy elevado para las travesías a la India, Sudáfrica o Sudamérica y dado que la mayor parte del buque se debía dedicar a la estiba de las mercancías, era necesario repostar carbón en algún punto intermedio de la travesía.
La magnífica bahía de Las Isletas o bahía de la luz hace que Las Palmas se convierta pronto en el lugar principal de carboneo en el Atlántico oriental y esta es la razón por la que varias compañías británicas se establecen en Las Palmas, siendo Miller y Cía. la primera que se instala. Debido al significativo crecimiento de la actividad mercante, se hace necesario la construcción de un muelle el cual irá aparejado al desarrollo económico de la ciudad y de la isla de Gran Canaria.
Por otra parte, el comercio en la ciudad era básicamente de primeras necesidades. No había bancos, no había ni siquiera monedas de curso legal suficientes por lo que se operaba con monedas falsas provenientes de las colonias sudamericanas y de Filipinas. El crédito era gestionado por prestamistas y la economía de la isla se basaba prácticamente en la agricultura, donde el cultivo de la caña de azúcar, el plátano y la cochinilla eran los elementos fundamentales.
Con el paso de los años el gremio mercantil iba adquiriendo cierto poder económico, motivado por la entrada en vigor de la ley de Puertos Francos que permitía el libre comercio de Canarias con el exterior, dinamizando la economía isleña y favoreciendo tanto importaciones como exportaciones.
A finales del siglo XIX, las compañías marítimas y los comerciantes de la ciudad no tenían ningún medio de representación oficial, ya que el acceso al gobierno central de forma individual para gestionar cualquier reivindicación era inviable. Por ello, los representantes de las compañías navieras y carboneras y un grupo de comerciantes de la ciudad, promueven la creación de una sociedad que defienda sus intereses.
Así, el lunes 18 de agosto de 1879, a iniciativa de D. Bernardo de la Torre, D. Tomás Miller y D. Juan Rodríguez Quegles (banquero, comerciante y político), veinticinco comerciantes de Las Palmas se reúnen en el antiguo “Teatro Cairasco” (actual Gabinete Literario) y acuerdan la creación de la sociedad “Círculo Mercantil” con un reglamento basado en el del “Mercantil Center” de Londres y en el del “Círculo de la Unión Mercantil e Industrial de Madrid” constituyéndose así, de hecho, como la primera asociación de empresarios de Las Palmas, la cual tendría dos secciones: Comercio y Marina. Ambas iban a desempeñar un papel importante en la economía de la isla y, fundamentalmente, en las actividades portuarias.
Se establece que el pago de la cuota mensual fuera de 1.25 reales de vellón.
El emblema
Por su evidente carácter comercial, el Círculo Mercantil fraguó su distintivo con todos aquellos atributos que los dioses donaron a “Hermes” y a “Mercurio”. Cuenta la leyenda que el dios griego Hermes orientaba en las encrucijadas a los viajeros que se extraviaban y al mismo tiempo cuidaba a los caminantes y mercaderes. Entre sus dones poseía un caduceo de vara de olivo, rematada por dos pequeñas alas y en torno a ellas se entrelazaban dos serpientes. El mito alude a que un día Hermes separó con su vara a dos serpientes que luchaban entre sí, a partir de ese instante, el caduceo se transformó en símbolo de la concordia. En la Roma clásica, Mercurio fue venerado como el dios del comercio, de la elocuencia y de los ladrones. Además era el mensajero de los dioses y con el fin de hacerlo más ligero de pies le obsequiaron con unas sandalias aladas “talares” que le dotaban de una increíble rapidez, pero no pareciendo suficiente le añadieron un bonete alado “petaso”.
Con estas gracias, el Círculo Mercantil añadió a su emblema otros elementos como la palma y el laurel, que usaban los romanos como símbolos de victoria.
- 1.880 – 1.900 La junta directiva plantea la necesidad de gestionar el restablecimiento de la Escuela de Comercio; pues era uno de los temas de gran interés educativo y social ya que muchos jóvenes centraban su futuro laboral en las casas de comercio y que por motivos económicos no podían realizar estudios fuera de la isla.
- Participa eficazmente en el sector de la cochinilla, regulando periódicamente los precios y controlando su calidad.
- Colabora económicamente en la construcción del Gran Teatro (actual Teatro Pérez Galdós).
- Compra el solar frente al jardín de San Telmo para cederlo al estado para la construcción del Gobierno Militar.
- Los primeros presidentes de la institución con el apoyo político de Fernando de León y Castillo promueven que se emprendan los trabajos del futuro Puerto de La Luz bajo el proyecto del ingeniero Juan de León y Castillo, obteniendo la concesión de las obras la compañía británica Swanston & Co.
- Intercede al ministro León y Castillo y al gobernador del Banco de España argumentando la necesidad de establecer una sucursal del mismo en la ciudad de Las Palmas.
- Colabora con el Ayuntamiento en la adquisición de una máquina de riego para evitar las grandes molestias que ocasionaba a los transeúntes el polvoriento camino entre el Puerto y Triana, con ella se podía regar regularmente dicho camino.
- Inicia los trámites para la constitución de la Cámara de Comercio.
- 1.900 – 1.920 La Entidad se traslada a un nuevo inmueble, que sería su segunda sede social y que popularmente fue conocido como “Edificio Círculo Mercantil”.
- Se inaugura el tranvía eléctrico tras solicitarlo al Ministerio de Fomento y Director General de Obras Públicas colaborando así el Círculo Mercantil con D. Germán de León y Castillo.
- Colabora económicamente para la compra de la farola que habría de ubicarse en el muelle de Santa Catalina.
- El Círculo Mercantil solicita al Cabildo que se consigne en sus presupuestos la cantidad necesaria para que se puedan impartir clases nocturnas en la Escuela Superior de Comercio, pues era una de las pretensiones de la clase mercantil trabajadora que deseaba dicha formación.
- Impulsor de la creación de un Instituto de Segunda Enseñanza en Las Palmas con la colaboración de Benito Pérez Galdós y los políticos Leopoldo Matos y Julián Nogués.
- Durante la Primera Guerra Mundial contribuyó con una aportación económica mensual con la Congregación de las Hermanas de los Ancianos Desamparados y con los obreros del Puerto de la Luz debido a la escasez de productos de primera necesidad.
- Apoyo al ingeniero de la Junta de Obras del Puerto Jaime Ramonell secundando la gestión con el Gobierno de la Nación para el ensanche del Puerto de la Luz.
- Emprende trámites de mejora en los servicios marítimos entre Canarias y la Península, así como restablecimiento de los servicios telegráficos de madrugada y diferidos; reforma en el servicio de paquetes postales; ampliación y reparación de las comunicaciones telegráficas submarinas con la Península, interinsulares y dentro de Gran Canaria.
- Se imparten clases de formación comercial, inglés, etc.
- El 23 de junio del año 1.920, la Junta Directiva del Círculo Mercantil de Las Palmas adquiere la propiedad del que era hasta ese momento el Hotel Continental en la calle San Bernardo nº 15; el inmueble contaba con dos plantas y un hermoso jardín.
- 1.921 – 2.023 La Cámara de Comercio se instala en una de las dependencias de la Sociedad.
- El Ayuntamiento propone que sea el Círculo Mercantil quien se encargue de coordinar la Semana Santa.
- Se instala una academia privada de preparación de carácter militar por primera vez.
- Impulsor de la división provincial como única posibilidad de progreso, en 1.927 finaliza el Pleito Insular tras muchos años de enfrentamientos entre las clases dominantes de Tenerife y Gran Canaria.
- Con la proclamación de la Segunda República, crea una comisión con el fin de recaudar fondos para repatriar a familias canarias residentes en Cuba.
- El Círculo Mercantil celebra eventos ocasionales para colaborar en la financiación de La Unión Deportiva Las Palmas, colaborando con subvenciones.
- En 1964, los representantes de esta Sociedad deciden poner en práctica la construcción de una nueva obra en el mismo suelo donde está ubicada. El 16 de diciembre de 1972 se inauguraba la reciente sede social.
- Recién inaugurada la nueva sede, las actividades culturales se desarrollaron de forma más continua, organizándose conciertos, recitales, representaciones teatrales, exposiciones, presentaciones de libros, ferias de artesanía, encuentros poéticos, clases, seminarios, folklore, concursos periodísticos, torneos de ajedrez, billar, dominó, festivales de cine no profesional, bailes.
- En 1.982 el Círculo Mercantil hace un llamamiento a socios y familiares para que acudan a una manifestación multitudinaria “Pro-Universidad de Las Palmas” encabezando la misma con una pancarta con el eslogan “Universidad Ya”. En 2.008 se concede al presidente del Círculo Mercantil Emilio Regidor “La Medalla de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria” como muestra de reconocimiento por la colaboración prestada.
- En 1.983 con motivo del primer Centenario del Puerto de la Luz, se entrega al Círculo Mercantil la Medalla Conmemorativa de esta efeméride, en reconocimiento a su constante apoyo.
- En 1.993 con motivo de las fiestas fundacionales de la ciudad, el Ayuntamiento capitalino otorga un Pergamino en reconocimiento a la importante labor económica, cultural y social realizada desde su fundación (1.879).
- En 1.995 el Excmo. Ayuntamiento acordó por unanimidad conceder “La Medalla de Oro de la Ciudad de Las Palmas” al Círculo Mercantil como distinción por su reconocida labor social, cultural y mercantil en pro de esta ciudad.
- En 1.997 El Patronato del Carnaval de Las Palmas agasajó al Círculo Mercantil con la máxima distinción por su aportación durante muchos años al engrandecimiento de estas fiestas.
- En 2.001 El Círculo Mercantil recibe la “Medalla de Oro” del Círculo de la Amistad de Santa Cruz de Tenerife y “El Drago de Oro” del Hogar Canario de Madrid en reconocimiento a su trabajo en pro de la ciudad de Las Palmas.
En 2.023 y tras varios años de dificultades económicas, la sociedad logra salir de un concurso de acreedores e inicia una nueva andadura en la que su objetivo principal es volver a ser un referente social, cultural y artístico.
Todos estos honores y otros confirman el papel que ha desempeñado el Círculo Mercantil en la sociedad isleña. En sus actas se recogen una constante preocupación por el progreso de Gran Canaria y de Canarias. En sus escritos se aprecian los esfuerzos realizados por los socios fundadores por impulsar el desarrollo mercantil y portuario de la ciudad de Las Palmas.
Todos estos hechos demuestran que llegó a ser una fuerza viva dentro de la sociedad canaria, conocer su andadura es viajar en el tiempo y todas sus vivencias forman parte de un capítulo más de la Historia de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.